Anoche se rompió el espejo. En mitad de la noche. Llevaba ahí un siglo y de repente se cayó y se rompió en mil pedazos. Antes los espejos podían repararse, una de tantas artes perdidas. Ahora los tiramos a la basura con todo lo que ya no nos sirve. Es paradójico porque un espejo roto mantiene su propiedad esencial. Sigue reflejando de la misma manera. Quizás aún mejor, convertido ahora en 1000 espejos.
